Dicen que por las noches no más se le iba en puro llorar;
dicen que no comía, no más se le iba en puro tomar.
Juran que el mismo cielo se estremecía al oír su llanto,
cómo sufrió por ella,
y hasta en su muerte la fue llamando:
Ay, ay, ay, ay, ay cantaba,
ay, ay, ay, ay, ay gemía,
Ay, ay, ay, ay, ay cantaba,
de pasión mortal moría.
Que una paloma triste muy de mañana
le va a cantara la casita sola con sus puertitas de par en par;
juran que esa paloma no es otra cosa más que su alma,
que todavía espera a que regrese la desdichada.
Cucurrucucú paloma,
cucurrucucú no llores.
Las piedras jamás, paloma,
¿qué van a saber de amores?
Cucurrucucú, cucurrucucú, cucurrucucú, cucurrucucú,cucurrucucú, paloma, ya no le llores.
by Caetano Veloso in Hable con Ella.
domingo, 1 de fevereiro de 2009
Subscrever:
Enviar feedback (Atom)
Sem comentários:
Enviar um comentário